Tiene 26 años y la rompe en Premier, humilló a Vinicius y quiere jugar en Barça

Las Eliminatorias Sudamericanas siempre prometen partidazos en todos los parones FIFA y ayer no fue la excepción. De hecho, a la misma hora se estaban jugando dos auténticos partidazos y con culés en todos los equipos. Argentina vs Uruguay enfrentó a Lionel Messi, máximo ídolo del club, y Ronald Araújo quien es uno de los capitanes del Barça. Mientras que en el Colombia vs Brasil estuvieron tanto Raphinha, como el jugador colombiano que se hizo noticia hace poco y que confesó ser barcelonista.  

Se trata de Luis Díaz, el delantero del Liverpool de la Premier League que ayer marcó un doblete con Colombia para darle vuelta el encuentro a la Brasil de Vinicius jr. y Rodrygo del Real Madrid. Y no le puedo llegar en un mejor momento, ya que viene de unas tensas semanas en las que le secuestraron a sus dos padres en Colombia y a manos de un grupo terrorista local. Afortunadamente para él y su familia, ambos fueron liberados y su padre habló con la televisión local acerca del FC Barcelona y su hijo. 

“¿Vínculos del Barça? No me ha dicho nada del Barcelona, pero Luis es barcelonista y su sueño es ser jugador del Barça… Si llega la oportunidad, no tendría problema en incorporarse a Barcelona”, confesó el padre del jugador de 26 años que la rompe en el equipo del alemán Jurgen Kloop y quien fue la figura y MVP del partido de ayer. Y de esta manera, el Barça suma un jugador más por el que poder ir este verano apostando a lo sentimental. Díaz es uno de los extremos más verticales que hay en Europa ahora mismo y se inventa goles dela nada, algo que el conjunto blaugrana necesita. 

El precio de Lucho

Aunque tenga toda la voluntad de llegar al Barça y su sueño sea ponerse la camiseta azulgrana, no será una tarea fácil sacarlo de Liverpool. Según el portal especializado, ’Transfermarkt’, su valor de mercado es de 75 millones de euros y todavía tiene contrato con el elenco de Merseyside hasta el 2027, por lo que habría que hacer un gran esfuerzo para traerlo, aunque merecería la pena.