Por Pablo Aguilar
El caso de Ousmane Dembelé en el FC Barcelona ha llegado a su fin. El extremo francés ha fichado ya por el París Saint-Germain al ejecutar una cláusula privada que le permitió salir del club por 50 millones de euros y, sobre todo, le dio la posibilidad de quedarse con la mitad del dinero del traspaso para él y para su representante, que es un pesetero de cuidado.
Moussa Sissoko es el agente que ha representado al jugador desde hace muchos años ya y del que los dirigentes del Barça no tienen un buen recuerdo. Aún cuando todavía era futbolista del club, el vicepresidente Rafa Yuste ya dijo que era alguien problemático para negociar y ahora se han revelado algunas demandas que tenía, que le permitieron ganarse la fama de usurero.
Según la información del periodista Ferran Correas del medio ’Mundo Deportivo’, el agente pidió 20 millones de euros netos de salario para que renovara su contrato en las pasadas negociaciones. Una cifra totalmente escandalosa y que lo pondrían por encima de Robert Lewandowski en ganancias, cuando no ha hecho ni un cuarto que el polaco.
Según dice la fuente, esta sería una de las tantas trabas que ha puesto el representante para sacar al jugador del Barça. La realidad es que siempre ha velado por el interés propio y no de Dembelé, mucho menos de la institución. Un verdadero usurero que siempre quiso sacar tajada de las operaciones y que al final lo ha terminado haciendo. Y seguirá por la misma senda ahora en el PSG, equipo al que puede exprimir a gusto.
29/02/2024
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