Jugó en el Barça, ganó 8 millones y traicionó al Atleti, hoy tiene una gasolinera

El FC Barcelona y el Atlético Madrid se han compartido varios jugadores a lo largo de la historia reciente. Pero los hinchas colchoneros se sintieron muy ofendidos cuando el mediocampista turo Arda Turan se fue del Atleti para reforzar al Barça en la búsqueda de ganar títulos importantes en su carrera. Algo que le costaría muy caro ya que no solo casi ni jugó con la camiseta azulgrana sino que ese movimiento lo condenaría a un retiro inminente del fútbol para dedicarse a atender una gasolinera. 

El nacido en Turquía era uno de los mejores jugadores del Atlético de Madrid por los años 2013 y 2014. Es por ello que llamó la atención de varios clubes como el Barça. Tras forzar una salida a la Ciudad Condal por el que pagaron algo más de 35 millones de euros, se ganó el odio de los aficionados del Atleti que se alegraron de saber que no iba a jugar nada en el Barcelona de la MSN. 

Según comenta el portal web, ’Desafío Mundial’, con el dinero que generó decidió ponerle a su padre una gasolinera en Bayrampasa, Estambul, su ciudad natal. Con esto, ahora tras su retiro, es uno de los negocios que atiende con su familia. Además, dirige al equipo Eyüpspor de la Primera división TFF de Turquía. Sin duda alguna, ese traspaso al Barça lo ha condenado a una vida que no tenía planeada.

Mientras esperaba tener mucho más protagonismo en el conjunto blaugrana, en tres temporadas solo jugó 55 partidos en total contando todas las competencias. Además de marcar 15 goles y repartir 10 asistencias. Números que si los comparamos a los que tuvo en el Atleti del Cholo Simeone, son muy pobres. Con una campaña más en los colchoneros, jugó 178 partidos anotando 22 goles y 27 asistencias. 

Querido y odiado en Madrid

Los aficionados del Atlético Madrid le tenían mucho respeto y admiración, por lo que se lo tomaron como una traición el hecho de que se marchara a un equipo que es competencia directa, encima tras poder obtener una título de liga tras muchos años. Si bien algunos todavía le conservar respeto, la mayoría de los colchoneros lo detestan.