Insólito partido que pierde el Barça ante el Madrid que comienzan con los cambios

El FC Barcelona perdió 1 a 2 contra el Real Madrid por la decima jornada de LaLiga y en el Estadio Olímpico Lluís Companys, luego de haberlo ido ganado en un gran tramo del encuentro. El gol del conjunto blaugrana llegó en los pies del alemán Ilkay Gündogan, mientras que Jude Bellingham marcó los dos de los merengones. En un partido que tuvo de todo y hasta un penal robado al Barça que ya está dando vuelta por todas las redes sociales. Lo cierto es que se perdió una gran oportunidad para recortar en Liga. 

La primera parte ha sido enteramente del Barça que encontró la ventaja muy temprano en el partido. A los seis minutos marcó la ventaja parcial Ilkay Gündogan tras un gran error en la defensa del Madrid que lo dejaron solo ante Kepa para que defina. En esta misma mitad, llegó un penal muy claro no cobrado contra Ronald Araújo tras un tiro de esquina, en donde Tchouameni lo toma del cuello y no lo deja rematar. Otro penalti más robado al elenco catalán que se agrega al listado interminable de esta temporada. 

En la segunda mitad, el Barça simplemente desapareció. El equipo se metió atrás, no supo salir de la presión del Madrid y tampoco aprovechó las oportunidades de contra que tuvieron para estirar la ventaja. Y todo ello culmina con el gol de Bellingham a los 68 minutos del partido, que se inventó un golazo por la escuadra que Ter Stegen no pudo alcanzar. El gol envalentonó a los visitantes que no se rindieron y llegaron a la victoria a través del inglés en el minuto 92, luego de un rebote de por medio en el área culé. 

Los cambios cuestionables

El cambio de Oriol Romeu no se entendió por parte de Xavi Hernández ya que entró al campo muy frio y contribuyó negativamente a la remontada del Madrid, entregando muchos balones al rival y perdiendo en la presión de los delanteros. Joao Cancelo, que estaba siendo el más desequilibrante, también salió por Raphinha en otro cambio que no tuvo mucho sentido, al igual que el de Joao Félix por Lamine, que jugó por izquierda y no gravitó.