Costó 60 millones y no rinde como Dembelé, decepcionó a Xavi y se iría del Barça

Xavi Hernández no estaría teniendo las mejores piezas en el mejor rendimiento posible en el Barça. El rendimiento de algunos jugadores no está siendo bueno y algunos de ellos, de los que se esperaba muchísimo, no están demostrando su valor. Sobre todo aquellos que valieron mucho dinero al club. Y Raphinha es uno de estos futbolistas por los que se ha pagado mucho, pero mucho dinero y no ha estado retribuyendo su valor en el juego en esta temporada. Con un presente muy alejado a lo que supo dar la campaña pasada. 

Un rendimiento que estaría siendo, por ahora, como el de Ousmane Dembelé: una temporada muy buena, lesiones y un rendimiento muy malo después. Si hay algo que tiene de positivo el brasileño es que costó la mitad que el francés, estamos hablando de 60 millones de euros contra unos 153 kilos que, de momento, ninguno demostró valer ni antes ni ahora. Eso sí, el brasileño está contando con mucha más competencia que Dembelé, ya que tiene por delantero a Lamine Yamal o Ferran Torres que están en un mejor momento.  

Tras sus últimas actuaciones y sus pobres las estadísticas en esta temporada (11 partidos con sólo dos goles y tres asistencias), el jugador está siendo uno de los objetivos a salir en el próximo verano. Obviamente, todavía tiene tiempo para revertir la situación, pero deberá hacerlo pronto ya que se está rumoreando con una posible venta a la Premier League y hay varios equipos interesados en contar con él, como el Newcastle United y el Chelsea, quienes nunca han perdido el interés por el extremo, incluso cuando estaba en el Leeds y no lo eligió. 

No es el único en la cuerda floja

Oriol Romeu es otro de los jugadores que no está demostrando ganarse un lugar en el equipo. el jugador ex del Girona llegó por 4,5 millones de euros para reemplazar a Sergio Busquets y todos estamos de acuerdo en que, de momento, los zapatos le quedan muy grandes. Pudo haber tenido unos buenos partidos con Frenkie de Jong a su lado, pero ahora está irreconocible, y su futuro dependerá de lo que haga ahora hasta el final de campaña.