Por Pablo Aguilar
El Barça superó los dieciseisavos de final de la Copa del Rey tras vencer por 2-3 al Barbastro. El partido debía ser asequible para los de Xavi, pero, sin embargo, se terminó complicando más de la cuenta y los culés sufrieron para poder pasar de ronda y clasificarse para los octavos de final.
Los goles de Fermín López, Robert Lewandowski y el canterano Marc Prat fueron suficientes para que el Barça ganara al equipo aragonés. Eso sí, los catalanes no terminaron de convencer y no desprendieron un fútbol especialmente vistoso ni competitivo. Aun así, en el mundo del fútbol lo único que cuenta es el resultado. Y eso sí que fue favorable a los de la Ciudad Condal.
De esta forma, los de Xavi están ahora mismo a cuatro partidos de un título. La Copa del Rey es el campeonato menos prestigioso, pero, no obstante, tal y como están las cosas, el Barça no puede permitirse no pelear por él. Lo demostró el técnico el domingo, alineando a gran parte de sus futbolistas más habituales.
Ahora, le espera en octavos de final el equipo, a priori, más flojo que sigue vivo en la competición. Un equipo al que nunca se ha enfrentado y que, precisamente, juega en Primera RFEF, la tercera división del fútbol español, con el equipo filial del club, el Barça Atlètic.
El modesto equipo salamantino se fundó en 2013 y nunca había llegado tan lejos en la Copa del Rey. Precisamente se clasificó para los octavos de final del torneo tras vencer a otro de los grandes de España, el Villarreal, en la tanda de penaltis. Cuando conocieron la noticia, los futbolistas del Unionistas de Salamanca estallaron de alegría. La eliminatoria se celebrará entre el 16 y el 18 de este mismo mes de enero.
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